DEFINICION DE ETIMOLOGIAS

Del latín etimologiza, que a su vez tiene su origen en un vocablo griego, la etimología es una especialidad lingüística que estudia el origen de las palabras al considerar su existencia, significación y forma.
En concreto, la etimología analiza cómo una palabra se incorpora a un idioma, cuál es su fuente y cómo varían sus formas y significados con el paso del tiempo. La lingüística comparativa  permite reconstruir la historia de aquellas lenguas antiguas que no dejaron registros directos, como textos escritos, por ejemplo. La etimología, en estos casos, se basa en los conocimientos aportados por la lingüística comparativa para inferir cuestiones relacionadas al vocabulario.
Al estudiar la etimología, es posible aumentar la comprensión sobre el significado preciso de las palabras, ampliar nuestro vocabulario y perfeccionar la ortografía. Es importante tener en cuenta que las lenguas viven una inevitable evolución, lo que desemboca en que las palabras sufran modificaciones y se adapten a cada momento histórico en el que son utilizadas; cabe señalar que estos cambios no siempre son positivos o constructivos. El significado que tenía una palabra hace un siglo puede ser muy diferente del que posee actualmente, y lo mismo puede ocurrir en el futuro, hasta que el término, por determinadas razones, deje de ser considerado vigente o necesario para la comunicación.


Los estudios etimológicos señalan que el castellano es una lengua romance (una serie de idiomas indoeuropeos que derivan del latín vulgar) y que sus impulsores fueron los romanos alrededor del año 200 a.C. Las palabras del castellano, de todas maneras, tienen diversas fuentes; contamos con términos que provienen del árabe (“ojalá”), catalán (“paella”), griego (“atletismo”), francés (“pantalón”), inglés (“líder”), entre otras tantas lenguas. Se trata de términos que fueron adaptados por el idioma castellano hasta hacerlos propios.
La etimología de las palabras esconde historias y secretos que ayudan a estrechar los lazos que existen, o deberían existir, entre la persona y la lengua. Muchas veces, en sus árboles genealógicos  existen sorpresas muy reveladoras, al menos para personas que nunca se hayan acercado a un idioma a este nivel tan íntimo; por ejemplo, descubrir que numerosos términos del inglés provienen del latín, resulta curioso al principio, sobre todo considerando las diferencias de ortografía, fonética y entonación que a simple vista separan a esta lengua del español o el italiano.

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